Día Mundial de los Días Mundiales

A nadie se le escapa ya la importancia de celebrar los días mundiales, internacionales y nacionales para concienciar a la población general sobre situaciones que, de un modo u otro, nos atañen a todos. Día mundial contra el tabaco, día mundial contra el cáncer, día mundial de la salud mental, y un largo etcétera.


El sector salud es uno de los que usa más “este tipo de recursos” por su implicación en el bienestar general y la calidad de vida de las personas. Se trata de una manera eficaz de sensibilizar a la población, llamar la atención sobre una situación que necesita de nuestra aportación (del tipo que sea). Estos días de toma de conciencia, nos sirven para despertar el interés de la gente en temas que, a lo mejor, no se tratan a diario. También para celebrar los logros conseguidos, por ejemplo, entorno a una patología en materia de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos.

Ahora bien, igual que subrayo la importancia de este tipo de acciones por la necesaria concienciación de la población para que se involucre en cosas tan importantes como, por ejemplo, la atención a las personas dependientes; seguro que no soy la única que se ha dado cuenta de la “sobreexplotación” de este tipo de celebraciones. Tenemos días para concienciar de todas y cada una las enfermedades y/o síntomas que se conocen hasta hoy. Y yo no puedo evitar hacer esta reflexión… ¿mucho ruido y pocas nueces?

Se hace tanto uso de este recurso que acaba perdiendo su significado y propósito. Tantos días mundiales para hacer awareness que al final no celebramos ninguno. Los vemos en el calendario y pasan de puntillas por nuestras vidas, como tanta información diaria que consumimos de cualquier índole. Quizás algún spot te llama más la atención, y saca a relucir tu lado más empático o caritativo pero, por norma general, la mayoría de estos días pasan (por la población general) sin pena ni gloria.

Obviamente no es así para las asociaciones de pacientes, federaciones, organizaciones y grupos de todo tipo que se esfuerzan en lanzar campañas que lleguen a todos y tengan la máxima repercusión. Así es y así debe seguir siendo. Pero creo que es bueno hacer esta reflexión en voz alta para que, todos los que somos actores en esta escena, sigamos innovando, buscando y hallando nuevas fórmulas que nos permitan sembrar la semilla del conocimiento y la conciencia plena en todo lo que tiene que ver con nuestra salud, como pacientes, como sociedad, como mundo.